lunes, 6 de febrero de 2012



"Para el fascismo el mundo no es ese mundo material que sólo conocemos superficialmente y en el cual el hombre es un individuo separado de los otros, que no vive más que para sí mismo y gobernado por una ley de tal naturaleza que instintivamente le lleva a vivir una existencia de placer egoísta y pasajero. El hombre en el fascismo es un individuo que es a la vez nación y patria, es en sí la ley moral que reúne juntos individuos y generaciones en una tradición, en una tarea que suprime el instinto egoísta para crear por el ideal del deber un modo de vida superior, liberado de todos los límites del tiempo y del espacio: una vida en la cual el individuo a través de la abnegación, el sacrificio de sus intereses personales, por la misma muerte, realiza la existencia tan particular en la cual está todo su valor de hombre" Benito Mussolini, Oeuvres Complete, tomo IX, p- 64.